domingo, 7 de julio de 2013

El Oso Polar

Actualmente existen 8 especies distintas de osos:
  1. El oso Pardo.
  2. El oso Polar.
  3. El oso Negro asiático o Tibetano.
  4. El oso Malayo.
  5. El oso Panda.
  6. El oso de anteojos.
  7. El oso Labiado o también llamado perezoso.
  8. El oso Negro americano.
2. Oso polar. Ursus maritimus.


El Oso Polar u Oso Blanco es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los osos que rivaliza con su pariente, el oso Kodiak , por el título de carnívoro terrestre más grande de la Tierra. Vive en el medio polar y zonas heladas del Hemisferio Norte. Es el único superdepredador del Ártico.

  • Los osos polares utilizan las placas de hielo como una plataforma para cazar focas. Los miembros largos y las garras gruesas, cortas y puntiagudas están adaptadas para este fin.
 

  • Presenta un perfil más alargado que el de otros osos y las patas más desarrolladas, tanto para caminar como para nadar largas distancias. 
 

  • Las orejas y la cola son muy reducidas, para mantener mejor el calor corporal, al igual que en muchos otros mamíferos árticos. En esto también colaboran una gruesa capa de grasa subcutánea y un denso pelaje, que en realidad no es blanco, sino translúcido, formado por miles de pelos huecos (que al estar llenos de aire, son un buen aislante térmico). 
 
  • Bajo el pelaje se encuentra la piel, que es negra para atraer mejor la radiación solar y aumentar así el calor corporal. La luz ordinaria se refleja sobre el pelaje, generando normalmente la falsa sensación de blancura. No obstante, en determinados momentos y lugares puede verse amarillenta o incluso parda clara. La pérdida del calor corporal se encuentra muy reducida, tanto por el pelaje y el color de la piel como por una espesa capa de grasa que se encuentra bajo ella.
 

  • Los machos adultos alcanzan normalmente pesos de entre 350 y 680 kg, aunque se conocen ejemplares excepcionalmente grandes que alcanzaron o incluso superaron los 1000 kg. Las hembras suelen pesar alrededor de la mitad; sin embargo, en el tiempo en el que acumulan grasa antes de dar a luz, pueden pesar entre 350 y 500 kg. Los machos pueden medir hasta 2,6 m de largo, mientras que las hembras rondan los 2 m.
  • Esta especie es la más carnívora de todos los osos, aunque ingieren una parte ínfima de vegetales durante el verano ártico en la tundra. Nadan con facilidad (a veces cientos de kilómetros), pero capturan a sus presas en tierra o sobre el hielo, siendo los depredadores dominantes de su hábitat. Las focas y otros mamíferos marinos, como la beluga, son capturadas cuando abren agujeros en el hielo para respirar. En verano rastrean el aire con su poderoso olfato, a la búsqueda de crías de foca resguardadas en cámaras bajo el hielo; más raramente se acercan a las colonias reproductivas de morsas, donde capturan ejemplares jóvenes, o a las zonas de anidación de aves marinas, como los araos, para alimentarse de huevos y pollos. 

 

  •  Llegan a comer unos 30 kilos de comida al día, y los cachorros 1 kilo. Los osos polares no toman agua, ya que en su ambiente es salada y ácida. Sacan los fluidos que necesitan de la sangre de sus presas. También se ha descubierto recientemente que pueden llegar a ser caníbales, en especial los machos, ya que si sufren demasiada hambre, no tienen problemas en comerse a otros osos en especial jóvenes o muertos generalmente. Este es un hecho que se ha desencadenado debido al calentamiento global que ha provocado el derretimiento de las zonas en las que ellos suelen cazar para subsistir.
Fotos de canibalismo entre osos polares
 
  • Los osos polares no hibernan, y durante estos meses fríos suelen ser seguidos por decenas de zorros árticos que devoran las carroñas que deja a su paso, pero nunca los atacan. Los hábitos de estos animales son casi siempre solitarios, y son frecuentes las peleas entre machos para aparearse con las hembras y las peleas entre individuos de cualquier sexo para apoderarse de la comida. Por lo general las peleas se resuelven por horripilación; es decir, cuando un ejemplar disuade o intimida a otro haciendo notar su potencial fortaleza evidenciando su corpulencia. Tampoco parecen tener problemas con los lobos, siendo su único enemigo importante los humanos.
 

  • Reproducción. El período de apareamiento (único en que los osos de ambos sexos se reúnen y tratan de forma amistosa) es entre abril y mayo, pero los óvulos no se fertilizan y comienzan a desarrollar hasta septiembre aproximadamente, en lo que se conoce como implantación diferida. Durante este tiempo, la hembra trata de almacenar la mayor cantidad de grasa posible.

  • Sólo las hembras preñadas buscan refugio durante el invierno (aunque no hibernan), dando a luz una o dos crías durante el invierno en un refugio excavado en el hielo. El resto de los individuos siguen siendo activos a pesar de la oscuridad y frío extremo que reinan en el ambiente y vagabundean a la búsqueda de comida sobre la plataforma helada. Las madres no comen nada durante este periodo, sino que viven de la grasa que han acumulado en su cuerpo durante el invierno, mientras que los cachorros se alimentan de la leche materna. Esto ocasiona en las madres una fuerte pérdida de peso, que deben recuperar durante el verano.
 
  • Al nacer miden apenas 30 cm de altura y pesan 700 g,  no tienen ningún diente, son ciegas, y totalmente desvalidas. En el curso de 5 meses crecen rápidamente, de tal manera que al inicio del verano pueden seguir perfectamente a la madre (ésta está extraordinariamente flaca y hambrienta tras el ayuno, en el que puede perder la mitad de su peso inicial). Pasan otros 5 meses junto a ella, aprendiendo a localizar comida y a resguardarse de los machos adultos, que en ocasiones matan y comen oseznos. Algunos llegan a convivir con su madre hasta los 2 o 3 años y medio de edad. Maduran sexualmente entre los 3 y los 4 años, y pueden vivir un máximo de 30.
   
   
  • Amenazas. Hasta hace algunos años, los osos polares se cazaban desde embarcaciones de motor, avionetas e incluso helicópteros. Esta caza masiva puso la especie al borde de la extinción, por lo que acabó prohibiéndose en ciertos países como Rusia o Noruega y regulándose en los demás. Aparte del hombre, el único animal que puede ser peligroso para el oso polar es la morsa, si es que se acerca demasiado. Las amenazas más modernas las constituyen la acumulación de contaminantes en el hielo y atmósfera árticos y el calentamiento que está afectando su ecosistema. Según estudios canadienses (2005) el hielo de las zonas habitadas por estos animales se está derritiendo hasta tres semanas antes que en la década de 1970, obligando al oso a retirarse a tierra firme sin haber completado sus reservas de grasa y afecta a la capacidad de las hembras para quedar preñadas y mina su capacidad de producir leche para alimentar a sus crías. 
 
       


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